Cosechando esperanza en Vieques

Me reconforta tanto ver las fotos llenas de color y calor caribeño de A pico y Pala. Manos labrando la tierra, cultivos hermosos de frutas, nuevos mercados agrícolas y grupos luchando por abrirle paso a un futuro sustentable en Puerto Rico.


Foto tras foto, su perfil de Instagram cuenta cada una de las acciones heroícas de ésta y otras organizaciones que se les han unido para fortalecer a comunidades a través de la producción agrícola y la preparación de promotores agroecológicos.

Particularmente, el proyecto colaborativo Sembrando Esperanza en Esperanza me tocó muy de cerca. Ver el impacto positivo en mi islita municipio de Vieques me llenó el corazón de una alegría enorme. Es exactamente el tipo de proyecto que necesita la juventud viequense. 


La iniciativa comenzó en alianza con la organización Nueva Escuela en forma de cursos para la formación de nuevos promotores agroecológicos en Vieques. Jóvenes, retirados y amantes de la agricultura aprovecharon las clases sabatinas auspiciadas por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola que se ofrecieron de agosto a octubre. Desde entonces, el área designada de cultivo se ha transformado en un refugio natural increíble.

“Esto ha sido trabajo duro. Se mantiene con voluntarios. Pero ya tu ves los resultados. Aquí tenemos de todo”. Don José, ex director escolar viequense y uno de los líderes del proyecto, muy amablemente nos dio un recorrido por las siembras en nuestra reciente visita.


Arúgula, guanábaba, ñame, guineo, pepinillo, cebollines o calabaza. La lista de frutos y verduras es impresionante. Algunos de los frutos se venden; otros se regalan a participantes; otros se intercambian por semillas.

“Esto es repollo chino, bok choy”, se detenía Don José a explicar en detalle. “Es bueno para la sopa, en stir fry. Aunque es un ingrediente nuevo, se da muy bien aquí”. 


Para el ex director, este espacio es más que un huerto comunitario. Es la nueva escuela viequense. Aquí se promueve tanto la importancia de la autosuficiencia, como la justicia social. Se crean nuevas relaciones comunitarias y posibilidades de empleo, e incluso posibilidades comerciales con la industria hotelera local.

Poco a poco, el huerto sigue dando frutos y el pedacito de tierra va agarrándole el corazón a residentes y visitantes por igual. Sembrando Esperanza en Esperanza sin duda está ayudando a darle otra perspectiva y otro futuro a su gente.


Para seguirle los pasos a este emocionante proyecto, no dejes de seguir A Pico y Pala por Instagram. O date la vuelta por las siembras en tu próxima visita a la isla municipio. Están localizados en el barrio Esperanza, doblando a mano derecha en el cuchillo de la Tienda Verde. Nuevos voluntarios siempre son bienvenidos. 


De parte de Verdelicias, le agradecemos a Don José por el tour, los gingambós, los pepinillos y el bok choy. Preparamos una ensalada riquísima con aceite de oliva y queso del país. Por allí nos veremos pronto. Mucho éxito.

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