Se acerca el día de Acción de Gracias y es hora de decirle adiós de una vez y por todas a esa gelatina colorada que viene en lata. En unos 20 minutos puedes preparar una salsa de arándanos fresca que se conserva muy bien en la nevera por hasta una semana.
Preparar la salsa en casa es más saludable. Los arándanos frescos son ricos en antioxidantes, son buenos para el corazón, el riñón y el sistema inmunológico. Nosotros también complementamos la salsa con pepitas de granada, las cuales ofrecen una fuente excelente de fibra, antioxidantes, contribuye a regular el colesterol, prevenir el cáncer, el artritis y ayuda a la circulación.
Le añadimos sabor con un toquecito de limón y vino blanco que acentúan muy bien a las frutas, y endulzamos la salsa con un poco de azúcar morena y agave. Puedes servirla como complemento en la cena de Thanksgiving, en tostadas para el desayuno o para añadirle color a tus postres favoritos. A continuación, la receta.
Ingredientes de la salsa:
2 Tazas de arándanos frescos (cranberries)
1 ½ Tazas de pepitas de granada
1 Limón grande
¼ Taza de un vino blanco liviano
½ Taza de azúcar morena
3 Cucharadas de agave
En una cacerola, coloca el arándano y la granada con el azúcar y el jugo del limón. Cocina también con la piel del limón. Debes cortarla de manera que sea fácil removerla. Permite que se mezclen los sabores por 10 minutos a fuego mediano. Luego añade el vino y el agave. Cocina por otros 10 minutos.
Antes de servir, permite que se enfríe. Puedes utilizar la piel del limón para decorar la salsa cuando la sirvas. También puedes envasarla en cristal para conservarla por hasta una semana.
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2 Tazas de arándanos frescos (cranberries)
1 ½ Tazas de pepitas de granada
1 Limón grande
¼ Taza de un vino blanco liviano
½ Taza de azúcar morena
3 Cucharadas de agave
En una cacerola, coloca el arándano y la granada con el azúcar y el jugo del limón. Cocina también con la piel del limón. Debes cortarla de manera que sea fácil removerla. Permite que se mezclen los sabores por 10 minutos a fuego mediano. Luego añade el vino y el agave. Cocina por otros 10 minutos.
Antes de servir, permite que se enfríe. Puedes utilizar la piel del limón para decorar la salsa cuando la sirvas. También puedes envasarla en cristal para conservarla por hasta una semana.
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