En el midwest, se come mucho rhubarb. Usualmente se mezcla con fresas como relleno de pies o se preparan conservas de mermelada. Su sabor agridulce y el color rosado de sus tallos sirve para darle alegría a muchas recetas. En esta época de otoño es muy popular.
Pero, algunos accidentes traen sorpresas. Descubrimos que el rhubarb suelta mucho jugo y que la fruta se desintegra con bastante facilidad. Cuando la probamos, ¿qué creen? Sabía a pura limonada. ¡Guau! Naturalmente, exprimimos un par de limones más, lo mezclamos con el jugo de rhubarb que colamos y voila. Limonada de rhubarb. Tienen que probarla.
Si quieren hacer una limonada para adultos, solo basta con echarle un poquito de vodka o ron con mucho hielo y listo. Algo refrescante para celebrar.
Limonada de rhubarb
3 Tallos grandes de rhubarb, picaditos
3 Cucharaditas de miel
2 Cucharaditas de limón
Azúcar morena al gusto
El jugo de 5 ó 6 limones
Hierve el rhubarb con la miel y las cucharitas de limón por 25 minutos. Permite que se enfríe y cuela el jugo para separar la parte fibrosa. Combina el jugo con el jugo de unos 5 limones y mezcla con agua y azúcar al gusto hasta formar el jugo.
El rhubarb se recomienda mucho por su contenido de fibra, calcio, vitaminas y antioxidantes. Además, ayuda a prevenir el daño en las neuronas, mejora la digestión, el metabolismo y la circulación.
Dada su abundancia en el mercado el pasado fin de semana, nos animamos a inventar algo. De primera instancia, nos intimidaba un poco su parecido al tallo del apio, pensando que podía ser fibroso y difícil de manejar, pero nada que ver. Es muy versátil y se cocina muy rápido.
Primero experimentamos con la fruta preparando una mermelada de fresas con rhubarb y fue tan fácil como cortar el tallo en trocitos, colocar algunas fresas picaditas, unas gotas de limón y miel. Quedó buenísima. En 10 ó 15 minutos, ya teníamos mermelada.
Intentamos repetir el proceso, esta vez solo con rhubarb, miel y unas gotas de limón. Pero claro, entre yo chequeando Instagram y Nabol estudiando para su examen, les confieso que se nos fue un poco la mano con el tiempo de cocción. Creo que lo cocinamos por unos 25 minutos.
Dada su abundancia en el mercado el pasado fin de semana, nos animamos a inventar algo. De primera instancia, nos intimidaba un poco su parecido al tallo del apio, pensando que podía ser fibroso y difícil de manejar, pero nada que ver. Es muy versátil y se cocina muy rápido.
Primero experimentamos con la fruta preparando una mermelada de fresas con rhubarb y fue tan fácil como cortar el tallo en trocitos, colocar algunas fresas picaditas, unas gotas de limón y miel. Quedó buenísima. En 10 ó 15 minutos, ya teníamos mermelada.
Intentamos repetir el proceso, esta vez solo con rhubarb, miel y unas gotas de limón. Pero claro, entre yo chequeando Instagram y Nabol estudiando para su examen, les confieso que se nos fue un poco la mano con el tiempo de cocción. Creo que lo cocinamos por unos 25 minutos.
Pero, algunos accidentes traen sorpresas. Descubrimos que el rhubarb suelta mucho jugo y que la fruta se desintegra con bastante facilidad. Cuando la probamos, ¿qué creen? Sabía a pura limonada. ¡Guau! Naturalmente, exprimimos un par de limones más, lo mezclamos con el jugo de rhubarb que colamos y voila. Limonada de rhubarb. Tienen que probarla.
Si quieren hacer una limonada para adultos, solo basta con echarle un poquito de vodka o ron con mucho hielo y listo. Algo refrescante para celebrar.
3 Tallos grandes de rhubarb, picaditos
3 Cucharaditas de miel
2 Cucharaditas de limón
Azúcar morena al gusto
El jugo de 5 ó 6 limones
Hierve el rhubarb con la miel y las cucharitas de limón por 25 minutos. Permite que se enfríe y cuela el jugo para separar la parte fibrosa. Combina el jugo con el jugo de unos 5 limones y mezcla con agua y azúcar al gusto hasta formar el jugo.
Aca en la isla solo se consigue el rhubarb congelado en la cadena de supermercados saludables. Me da curiosidad probarlo!
ReplyDeleteQueda buena y sirve para preparar cocteles :-)
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