Arepas con fundido de rajas

Años después de cruzar el charco a los Estados Unidos nos convertimos en un híbrido de una cosa llamada US Hispanic. Somos boricuas, pero también somos parte de la gran familia latinoamericana que vive en este país. Nos aferramos a todo aquel que hable español en busca de esa calidez que sentíamos en casa.

Este vínculo hace inevitable que fusionemos todo lo que tiene que ver con la cultura, tradiciones, música, arte y por supuesto, la comida. ¿A quién no le pasa? En este nuevo mundo, las recetas se llevan a nuevas dimensiones, se ven desde otro contexto, se reinventan con nuevos ojos y sin limitaciones. Es lindo.

Con eso dicho, me disculpo con los venezolanos y mexicanos que vean la siguiente receta, pero estas arepas con fundido de rajas son sencillamente maravillosas, y un ejemplo clásico de lo que pasa cuando nos mudamos acá. Nos robamos un poquito de aquí y un poquito de allá para crear fusiones que no son auténticas, pero que sí resultan muy reconfortantes. 

Esta receta, particularmente, ha ido evolucionando desde que comí arepas por primera vez en Boulder, Colorado, hace casi una década. Un compatriota de la universidad estaba saliendo con una chica venezolana que preparaba arepas divinas con vegetales guisados, queso fundido, salsas y sofritos. 

Descubrí lo que era Harina P.A.N y lo fácil que era preparar estas delicias con un poquito de agua y sal. Les diré que me cambió la vida. En 15 ó 20 minutos podías tener un buffet de estas tortitas maravillosas con una variedad de rellenos.

Nabol, por ejemplo, es fanático de rellenarlas con hogao colombiano, preparado al guisar tomate, cebollines y ajo en unas gotas de aceite de oliva. O también, le encanta hacerlas con una ensalada tipo caprese por adentro, con albahaca, tomate y quedo mozzarella.

El invento de rellenarlas con fundido de rajas es cosa mía, y obviamente nació en San Antonio cuando me dio con reciclar el poquito de rajas que me había sobrado del famoso restaurante La Fogata. Fue amor a primera vista. ¡El mejor brunch del mundo! Tienen que probar el resultado.

Para que lo preparen en casa, a continuación, les presentamos una versión del fundido de rajas que pueden preparar con lo que tienen en la nevera. Para una versión un poco más sofisticada (pero fácil), no dejen de visitar nuestro post San Antonio sabe a chile poblano. A ver qué les parece.

Arepas con fundido de rajas 

1 ½ tazas de Harina P.A.N de maíz amarillo (dos personas)
2 tazas de agua
Sal al gusto
Aceite de oliva para freir
Media cebolla cortaba en rajas 

1 pimiento poblano grande en rajas
4 setas grandes
2 cucharadas de queso crema
2 cucharadas de aceite de oliva
Un puñado de queso rallado (el que tengas en la nevera)
Sal al gusto

Primero, prepara las arepas mezclando la harina con el agua. Mezcla bien y prepara las tortitas. Sofríelas en una sartén non-stick con unas gotas de aceite de oliva. Sazona con sal una vez estén listas. (Como 2 minutos a cada lado a fuego mediano alto, dependiendo del grosor)

Para las rajas, sofríe las cebollas en una cucharada de aceite. Una vez estén doradas añade el poblano y las setas. Añade un chorrito de agua y cubre con una tapa por 3 ó 4 minutos a fuego mediano alto. Sazona con sal al gusto y añade el queso crema y el rallado. Añade la otra cucharada de aceite e incorpora bien todos los ingredientes. 

Luego, prepara las arepas abriéndolas por el medio para rellenarlas. O si todavía no eres un maestro o maestra en ese arte, puedes colocarle el relleno por encima, como hacemos nosotros. ¡No shame! Jajaja. Porque no importa cómo los prepares el resultado es igual de delicioso y la receta es genial para comerla solo, entre dos o para sorprender a la visita. Buen provecho.