Había olvidado lo hermoso que era Chicago en Navidad. Hace muchos años estudié aquí y ahora estoy de vuelta por cosas del destino. Aunque la ciudad es demasiado fría en esta época, especialmente de noche, su espíritu festivo, la decoraciones y la hermosa iluminación por todas partes te invitan a salir a la calle.
No creerán lo encantadora que está Michigan Avenue en la sección llamada Magnificent Mile. Las vitrinas de las tiendas se ven increíbles con sus decoraciones de pinos, lazos, regalos y juguetes, mientras la música navideña te hace cantar dondequiera que vayas.
¡Y si vieran como se llena de gente la pista de patinaje sobre hielo en el Millennium Park! Todos luciendo a la moda con sus bufandas gruesas, sus guantes y botas de diseñador. Los coffee shops y las panaderías también exhiben sus mejores dulces con calabaza, jengibre y canela. Exquisitos.
El Navy Pier se viste de fiesta con su festival de Winter Wonderland, mientras el Theater District presenta obras clásicas como A Christmas Carol y el museo de Science and Industry decora árboles de Navidad en honor a todos los países del mundo.
Pero de todas estas tradiciones, mi favorita es sin duda el Christkindlmarket en el Daley Plaza de Chicago. Desde el 26 de noviembre al 24 de diciembre, este mercado alemán es una replica divina del mercado navideño al aire libre en Nuremburg, Alemania. Ya son más de 16 años que se celebra esta linda tradición que trae a artesanos, panaderos, restaurantes y artistas europeos al corazón de la ciudad para el disfrute de turistas y residentes. Es muy divertido caminar por las carpas arregladas de manera coqueta al estilo alemán.
Es el lugar perfecto para buscar adornos nuevos para el árbol, transportarse a Europa a través de su música típica y decoración, practicar ese alemán que aprendiste en la escuela y degustar comida alemana calientita—pretzels, strudels, potato pancakes, cerveza, sopas y ese rico biscocho de chocolate de la selva negra.
Los niños también pueden tomarse fotos con Christkind, un un hermoso ángel con risos dorados que le trae regalos a los niños en países donde se habla alemán. Es una versión distinta de Santa Claus que nació en Europa en el siglo 16 y 17.
Y para los adultos, no puede faltar una parada por el kiosko que sirve Gluehwein, un ponche de vino tinto que te lo sirven calientito para darle sabor al frío. Tiene un toquecito a china, clavo, canela y nuez moscada para encender el espíritu navideño tempranito en la temporada.
No creerán lo encantadora que está Michigan Avenue en la sección llamada Magnificent Mile. Las vitrinas de las tiendas se ven increíbles con sus decoraciones de pinos, lazos, regalos y juguetes, mientras la música navideña te hace cantar dondequiera que vayas.
¡Y si vieran como se llena de gente la pista de patinaje sobre hielo en el Millennium Park! Todos luciendo a la moda con sus bufandas gruesas, sus guantes y botas de diseñador. Los coffee shops y las panaderías también exhiben sus mejores dulces con calabaza, jengibre y canela. Exquisitos.
El Navy Pier se viste de fiesta con su festival de Winter Wonderland, mientras el Theater District presenta obras clásicas como A Christmas Carol y el museo de Science and Industry decora árboles de Navidad en honor a todos los países del mundo.
Pero de todas estas tradiciones, mi favorita es sin duda el Christkindlmarket en el Daley Plaza de Chicago. Desde el 26 de noviembre al 24 de diciembre, este mercado alemán es una replica divina del mercado navideño al aire libre en Nuremburg, Alemania. Ya son más de 16 años que se celebra esta linda tradición que trae a artesanos, panaderos, restaurantes y artistas europeos al corazón de la ciudad para el disfrute de turistas y residentes. Es muy divertido caminar por las carpas arregladas de manera coqueta al estilo alemán.
Es el lugar perfecto para buscar adornos nuevos para el árbol, transportarse a Europa a través de su música típica y decoración, practicar ese alemán que aprendiste en la escuela y degustar comida alemana calientita—pretzels, strudels, potato pancakes, cerveza, sopas y ese rico biscocho de chocolate de la selva negra.
Los niños también pueden tomarse fotos con Christkind, un un hermoso ángel con risos dorados que le trae regalos a los niños en países donde se habla alemán. Es una versión distinta de Santa Claus que nació en Europa en el siglo 16 y 17.
Y para los adultos, no puede faltar una parada por el kiosko que sirve Gluehwein, un ponche de vino tinto que te lo sirven calientito para darle sabor al frío. Tiene un toquecito a china, clavo, canela y nuez moscada para encender el espíritu navideño tempranito en la temporada.
Para que no se queden con las ganas, aquí les paso la receta de Gluehwein que traté de inventar en casa. Espero que les guste.
Gluehwein de Navidad
1 botella de vino tinto
1 limón en rodajas
3 chinas (naranjas) en rodajas
2 palitos de canela
5-7 clavos
3 cucharitas de nuez moscada
¼ taza de ron o brandi
1 botella de vino tinto
1 limón en rodajas
3 chinas (naranjas) en rodajas
2 palitos de canela
5-7 clavos
3 cucharitas de nuez moscada
¼ taza de ron o brandi
Mezcla todos los ingredientes en una cacerola y hierve a fuego mediano bajo por 45 minutos. Sirve con un palito de canela y una rodaja de china. Listo.
Un par de fotitos más: los pancakes de papa alemanes
Y los encantadores juguetes alemanes de madera
Felices fiestas chicos. Qué la pasen de lo lindo junto a sus familiares y amigos. Saludos.
Un par de fotitos más: los pancakes de papa alemanes
Y los encantadores juguetes alemanes de madera
Felices fiestas chicos. Qué la pasen de lo lindo junto a sus familiares y amigos. Saludos.
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