Enremoláchate de dulzura

El siguiente post va dedicado a todos los chicos que quieren acumular puntos el día de San Valentín. Aunque es cierto que este día se ha convertido en algo muy comercial, las chicas sí soñamos con que nuestro príncipe azul se ponga las pilas en el departamento creativo para sorprendernos con algo que salga de su corazón. No se trata de gastar dinero o hacer grandes regalos, sino de ilustrar de manera divertida el cariño de esa unión.


Algo tan sencillo como una noche de postre y peliculita romántica es quizás todo lo que necesitas para lograrlo. ¿Y qué te parece preparar un postre súper chic con los ingredientes más populares de la temporada? ¡Claro que sí! Se trata de la remolacha y el queso: una combinación sutil, seductora y elegante que enamora a cualquiera.

Usualmente se combina la remolacha con queso de cabra y en ensaladas con frutas o vinagretas, pero cuando la presentas en un platillo dulce es sin duda el matrimonio perfecto de sabores. Ideal para dejarla sin palabras.

La remolacha es también un ingrediente económico que contiene carbohidratos naturales para llenarte de energía. Satisfacen el hambre fácilmente y cuenta con minerales como el magnesio, calcio, hierro y fósforo, además de ofrecer vitaminas A, C y el ácido fólico necesario para producir y nutrir células nuevas.

Igualmente, se piensa que la remolacha podría ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer y contribuye a proteger la salud del corazón. Lo mejor es que se pueden conseguir todo el año y se mantienen frescas en la nevera por un par de semanas. De esta manera, siempre tienes un suministro para tus recetas.

Este día de San Valentín atrévete a sorprender a tu media naranja con este vegetal increíble. Y para que la dejes más enamorada aún, no olvides dejarle esa notita bien cursi con tu rico postrecito… Algo así como “Pintando de remolacha tu dulce corazón”. ¿O que te parece “With every BEET of my heat”? Apuesto que te funciona. ¡Saludos chicos!

Cheesecake de remolacha

Antes de preparar esta receta debes rostizar 4 remolachas sin piel y cortadas en pedazos pequeños. Hornea a 300 grados con unas gotas de aceite de oliva hasta que estén cocidas.

Una vez vayas a preparar el postre, calienta el horno a 350 grados. Mientras, tritura 18 galletas Graham y mézclalas con media taza de mantequilla derretida. Cuando adquieran consistencia de arena, coloca la galleta al fondo de un molde engrasado para cheesecake. Debe quedar bien compacto.

Luego mezcla taza y media de crema agria con taza y media de harina y un chorrito de extracto de vainilla. En otro envase, combina dos paquetes de queso crema con dos tazas de azúcar. Cuando se incorpore bien el azúcar, incorpora 2/3 taza de leche y tres huevos.

Mezcla con cuidado. Una vez esté bien incorporado, colócalo en la licuadora con 1 taza de remolachas cocidas al horno.

Asegúrate que la remolacha se triture bien y se incorporen los ingredientes. Luego, vierte la mezcla en el envase con la crema agria. Mezcla bien y vierte esta mezcla en el molde con la galleta. Hornea por 1 hora a 350 grados y permite que el postre repose dentro del horno por al menos 3 horas. Abrir el horno puede causar grietas en la superficie.

Salsa de remolacha y fresas

Para el toque final de tu cheesecake, prepara una rica salsa con remolachas y fresas. ¡Tan rica que puedes usarla en tus pancakes! Solo tritura algunas de las remolachas que sobraron con unas 4 ó 5 fresas y un chorrito de vinagre de granada o vino tinto.

Añade un chorrito de agua para remover los ingredientes del procesador de alimentos o la licuadora. Vierte todo en una sartén y añade como media taza de azúcar. Permite que se reduzcan los ingredientes y sírvelo sobre tu postre cuando se enfríe. ¡Listo!

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