Un corazón latino sin chispa no tiene razón de ser. Nuestra alegría, nuestro ritmo, sabor y arte se deriva de esa música interna que transforma lo que a su paso encuentra. En ese tucu-tucu está la pasión que contagia a otros y la que sigue manteniendo unida a la comunidad latina en todos lados.
Mantener a este corazón energizado, sin embargo, es un esfuerzo de todos los días. Hay que bailar un poquito de salsa, salir a caminar al parque, cuidarnos del estrés y dormir nuestras horas, además de aprovechar los beneficios excelentes de ingredientes como el chile picante para brindarle las propiedades saludables que necesita.
Quizás por eso el chile picante me tiene enamorada en los últimos meses. Preparar salsitas y recetas picosas se ha convertido en mi nuevo pasatiempo. Así fue como descubrí que si lo comemos regularmente, podemos mejorar el funcionamiento cardiovascular y mantener la presión arterial saludable. Al comerlo con moderación, tu corazón palpitará con más fuerza y hasta puedes reducir los niveles de colesterol.
Propiedades de los chiles picantes
Los chiles picantes no solo contienen ácido fólico, sino que tienen vitamina B6 que ayuda a controlar los niveles de homocisteína. Este es un compuesto químico que al desequilibrarse podría afectar los vasos sanguíneos, haciéndonos más propensos a ataques al corazón. Los chiles también tienen un componente activo llamado capsaicina que ayuda a reducir significativamente el daño a las células y hasta podrían prevenirlo.
Los chiles incluso podrían funcionar como analgésicos, ya que el pique de éstos estimula las endorfinas o los calmantes naturales en nuestro cuerpo. Sirven para aliviar dolores musculares, de extremidades y hombros. Además, se utilizan como antiinflamatorios y para aprovechar los beneficios de sus vitaminas A, C, E y minerales como el manganeso, el folato, potasio y cobre.
Por todas estas propiedades increíbles, me pareció que una botellita de pique sería un regalo buenísimo para este próximo Día de San Valentín. El chile se puede comer con casi todo y complementa platillos salados o dulces. Además, es la manera perfecta de mantener el corazón saludable y con la chispa que nos distingue. ¿Qué les parece?
Para las siguientes recetas, decidimos utilizar chiles serranos por su versatilidad y economía. También se consiguen fácilmente en el súper o mercados locales. A la hora de cocinar, es muy importantes que utilicen guantes plásticos o de hule para sacarles las semillas, ya que los aceites en el chile pueden quemar la piel fácilmente. A continuación, los dejamos con las recetas de esta semana. ¡Feliz Día de la Amistad y el Amor!
Salsa dulce y picante de serrano y frambuesas
Para esta primera receta, necesitarás un paquete de frambuesas frescas (taza y media), media taza de miel, media taza de azúcar morena, ¼ taza (o ½ taza si gustas) de vinagre de granada o vinagre de vino rojo, y dos cucharadas de serranos picaditos y sin las semillas. Utiliza tres chiles si te gusta más picante.
Saltea los pimientos picaditos por unos minutos en la sartén. No tienes que utilizar aceite para hacerlo. Una vez estén un poco tostados, incorpóralos en la licuadora con el resto de los ingredientes. La cantidad de vinagre, azúcar o pique va a depender de tus gustos, así que no olvides probarlo mientras lo estés preparando. Añade este pique dulce a tus pancakes, panes o postres favoritos.
Salsa clásica de serrano y ajo
Esta receta es un poco más tradicional y la puedes colocar en sopas, tacos, guisos o donde prefieras. Necesitarás ¼ taza de serrano picadito y sin semillas, ¼ taza de cebollines, media cebolla picadita, 3 ajos machacados y ½ taza de vinagre de arroz.
Coloca todos los vegetales en la sartén con unas gotitas de aceite de oliva. Añade sal al gusto y una vez estén tostados, remuévelos del fuego. Permite que se enfríen, colócalos en la licuadora con el vinagre y listo. Ya tienes una salsa picante multiusos.
Mantener a este corazón energizado, sin embargo, es un esfuerzo de todos los días. Hay que bailar un poquito de salsa, salir a caminar al parque, cuidarnos del estrés y dormir nuestras horas, además de aprovechar los beneficios excelentes de ingredientes como el chile picante para brindarle las propiedades saludables que necesita.
Quizás por eso el chile picante me tiene enamorada en los últimos meses. Preparar salsitas y recetas picosas se ha convertido en mi nuevo pasatiempo. Así fue como descubrí que si lo comemos regularmente, podemos mejorar el funcionamiento cardiovascular y mantener la presión arterial saludable. Al comerlo con moderación, tu corazón palpitará con más fuerza y hasta puedes reducir los niveles de colesterol.
Propiedades de los chiles picantes Los chiles picantes no solo contienen ácido fólico, sino que tienen vitamina B6 que ayuda a controlar los niveles de homocisteína. Este es un compuesto químico que al desequilibrarse podría afectar los vasos sanguíneos, haciéndonos más propensos a ataques al corazón. Los chiles también tienen un componente activo llamado capsaicina que ayuda a reducir significativamente el daño a las células y hasta podrían prevenirlo.
Los chiles incluso podrían funcionar como analgésicos, ya que el pique de éstos estimula las endorfinas o los calmantes naturales en nuestro cuerpo. Sirven para aliviar dolores musculares, de extremidades y hombros. Además, se utilizan como antiinflamatorios y para aprovechar los beneficios de sus vitaminas A, C, E y minerales como el manganeso, el folato, potasio y cobre.
Por todas estas propiedades increíbles, me pareció que una botellita de pique sería un regalo buenísimo para este próximo Día de San Valentín. El chile se puede comer con casi todo y complementa platillos salados o dulces. Además, es la manera perfecta de mantener el corazón saludable y con la chispa que nos distingue. ¿Qué les parece?
Para las siguientes recetas, decidimos utilizar chiles serranos por su versatilidad y economía. También se consiguen fácilmente en el súper o mercados locales. A la hora de cocinar, es muy importantes que utilicen guantes plásticos o de hule para sacarles las semillas, ya que los aceites en el chile pueden quemar la piel fácilmente. A continuación, los dejamos con las recetas de esta semana. ¡Feliz Día de la Amistad y el Amor!
Salsa dulce y picante de serrano y frambuesas Para esta primera receta, necesitarás un paquete de frambuesas frescas (taza y media), media taza de miel, media taza de azúcar morena, ¼ taza (o ½ taza si gustas) de vinagre de granada o vinagre de vino rojo, y dos cucharadas de serranos picaditos y sin las semillas. Utiliza tres chiles si te gusta más picante.
Saltea los pimientos picaditos por unos minutos en la sartén. No tienes que utilizar aceite para hacerlo. Una vez estén un poco tostados, incorpóralos en la licuadora con el resto de los ingredientes. La cantidad de vinagre, azúcar o pique va a depender de tus gustos, así que no olvides probarlo mientras lo estés preparando. Añade este pique dulce a tus pancakes, panes o postres favoritos.
Salsa clásica de serrano y ajo
Esta receta es un poco más tradicional y la puedes colocar en sopas, tacos, guisos o donde prefieras. Necesitarás ¼ taza de serrano picadito y sin semillas, ¼ taza de cebollines, media cebolla picadita, 3 ajos machacados y ½ taza de vinagre de arroz.
Coloca todos los vegetales en la sartén con unas gotitas de aceite de oliva. Añade sal al gusto y una vez estén tostados, remuévelos del fuego. Permite que se enfríen, colócalos en la licuadora con el vinagre y listo. Ya tienes una salsa picante multiusos.
Quiero probar esa de serrno y frambuesa en este instante!
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