En medio de esta gran recesión económica, no sobrevive el más fuerte, sino el que más rápido pueda organizar un concepto creativo que venda bien. Desde tiendas de productos especializados a pequeñas compañías de producción, se está viendo un renacer de pequeños negocios sin precedentes. Pero entre todos estos, sin duda han resaltado el sinnúmero de Food Trucks que han llegado para quedarse en las comunidades que vivimos.
Aunque se disputa el número exacto de estos camiones en los Estados Unidos, la revista financiera Entrepeneur estima que existen aproximadamente 3 millones de Food Trucks en el país, además de 5 millones de carritos de comida y otros kioskos en centros comerciales, aeropuertos, estadios y lugares de mucho tráfico peatonal.
La tendencia se ha traducido en una evolución de la industria de la comida donde chefs jóvenes de todas partes están teniendo la libertad de ofrecer innovaciones culinarias a precios razonables. El mejor ejemplo es el Food Truck Rodeo que se celebra casi todos los domingos en el Patriot Lake de Shelby Farms en Memphis.
Camiones especializados en diferentes tipos de comida llegan al parque para presentar sus mejores propuestas culinarias por menos de $8 ó $10 dólares: tacos de pescado, po’boys sureños, tamales, sándwiches gourmet, helados artesanales, platillos a la parilla o ensaladas divertidas. Encuentras de todo preparado por cariñosas manos expertas, incluyendo muchísimas opciones saludables, vegetarianas y veganas, al igual que recetas preparadas con los mejores ingredientes locales.
Esta tendencia de Food Trucks le cae como anillo al dedo a la nueva generación de jóvenes hispanos que se desviven por elevar su paladar culinario. Según un reciente estudio por la agencia creativa Richards Lerma, los Millenials hispanos, o la generación que nació entre 1977 y 1995 aproximadamente, es un grupo muy apasionado por todo lo que tiene que ver con comida y les gusta comer de manera social. Estos son los chicos que están colocando fotos de platillos en Facebook o subiéndose a Foursquare para hablar de sus establecimientos de comida favorito.
Esta generación le abre muchísimas puertas a los restaurantes sobre ruedas para que no le tengan miedo a experimentar con ingredientes y tendencias culinarias. Y esto es importante porque el corazón de estos camiones o guagüitas está precisamente en la fanaticada fiel que los busca cada semana para ver qué nuevos inventos les van a presentar.
Para cautivar a este grupo, estos Food Trucks siguen llevando a otro nivel la idea de las famosas “loncheras” mexicanas o los camiones de tacos que iniciaron este movimiento en California y otros lugares hace muchos años. Ya no se trata de ofrecer comida para el obrero o el viajero. Se trata de ofrecer alternativas de calidad para todos a un precio justo y de ofrecer nuevos horizontes a nuestros chefs hispanos.
Yo no sé qué les parezca a ustedes, pero para nosotros es muy emocionante y prometedor lo que el futuro le depara a esta industria.

La tendencia se ha traducido en una evolución de la industria de la comida donde chefs jóvenes de todas partes están teniendo la libertad de ofrecer innovaciones culinarias a precios razonables. El mejor ejemplo es el Food Truck Rodeo que se celebra casi todos los domingos en el Patriot Lake de Shelby Farms en Memphis.
Camiones especializados en diferentes tipos de comida llegan al parque para presentar sus mejores propuestas culinarias por menos de $8 ó $10 dólares: tacos de pescado, po’boys sureños, tamales, sándwiches gourmet, helados artesanales, platillos a la parilla o ensaladas divertidas. Encuentras de todo preparado por cariñosas manos expertas, incluyendo muchísimas opciones saludables, vegetarianas y veganas, al igual que recetas preparadas con los mejores ingredientes locales.
Esta tendencia de Food Trucks le cae como anillo al dedo a la nueva generación de jóvenes hispanos que se desviven por elevar su paladar culinario. Según un reciente estudio por la agencia creativa Richards Lerma, los Millenials hispanos, o la generación que nació entre 1977 y 1995 aproximadamente, es un grupo muy apasionado por todo lo que tiene que ver con comida y les gusta comer de manera social. Estos son los chicos que están colocando fotos de platillos en Facebook o subiéndose a Foursquare para hablar de sus establecimientos de comida favorito.
Esta generación le abre muchísimas puertas a los restaurantes sobre ruedas para que no le tengan miedo a experimentar con ingredientes y tendencias culinarias. Y esto es importante porque el corazón de estos camiones o guagüitas está precisamente en la fanaticada fiel que los busca cada semana para ver qué nuevos inventos les van a presentar.

Yo no sé qué les parezca a ustedes, pero para nosotros es muy emocionante y prometedor lo que el futuro le depara a esta industria.
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